El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

jueves, 24 de abril de 2008

Supongamos, es tan fácil suponer

La imagen pasó rápido ante mis ojos y la traje conmigo por mucho tiempo, hasta que fue tomando su forma paulatinamente en mi memoria y la pude dibujar.

La pregunta que hago siempre es la misma "¿Tú que ves?"...


Y bien... ¿tú que ves?


martes, 15 de abril de 2008

En Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre...

"...Another summer day has come and gone away in Paris and Rome but I wanna go home..."

"...Cada día despertaba en distinta habitación donde daba con mis huesos cuando estaba naciendo el sol. Dormíamos poco y mal, quemando la salud, para llegar al quinto infierno donde tocaríamos de nuevo y siempre preguntándome ¿Qué estarías haciendo tu?
Cada día un concierto, un ensayo una tensión, que siempre controlo sabiendo que es mi vida lo que doy. No hay trampa ni cartón, soy como ves que soy, se más por perro que por viejo, pero empecé a echar de menos un minuto entre los dos.
Fue hace un año que viví en la carretera, dentro de un autobús, viví en la carreteara aparcado en un blues, viví en la carretera siempre mirando hacia el sur.
Si hubiéramos podido parar un minuto más siempre necesitaba telefonear, Si hubiéramos podido dormir unas horas más antes de empezar a tocar, sentía que la banda nunca sonaba igual ¿Qué misterio habría? Si lográbamos comenzar lo demás se podía olvidar..."
(Miguiel Rios)

Fue hace años que comprendí el sentido de esa canción, en abril de 2004 para ser exactos, escuchándola mientras entrábamos por la autopista a París, buscando con la mirada a la torre Eiffel, como cuando de niño saliendo de la ciudad de Puebla rumbo al mar mi padre me decía que fuera pendiente buscando la playa que aparecería el cualquier momento.

Y cada año fue así, cada viaje, cada carretera, cada vuelo, cada nuevo país, cada ves que todo me volvía a pasar, lo mismo sucedió rumbo a Roma, rumbo a Hong Kong, rumbo a Tokyo, rumbo a Suiza, rumbo a todos los lados que me dirigí. Y España no fue diferente, era ya un ritual.

Hace un año que regresé de Madrid y siento como si hubiera sido ayer, aún siento el avión en el estómago, aún el oso Cecilio continua sucio y sigo sin saber nada del pequeño osezno Santiago, aún tengo el sabor de todo, aún me duele la espalda, aún tengo recuerdos a la distancia y las imágenes nítidas, y sobre todo aún siento que alguien sigue esperando mi regreso.

Nada como estar en casa y nada como desear volver a salir.

"...Another aeroplane, another sunny place I’m lucky, I know but I wanna go home, I’ve got to go home..."