Mantenerse despierto cuando la mayoría de la gente duerme es como caminar entre los muertos, se hace despacio y de puntitas para no regresarlos a la vida, para no despertarlos. Y es que después de todo un día lleno de ruidos, el silencio que me rodea al momento en que mi cabeza hace contacto con la almohada me trae recuerdos peligrosos, hay que caminar entre ellos con mucho cuidado para no tener que tropezar con alguno en especial, con uno con el que no se pueda lidiar esa noche en particular, es como caminar en un campo minado, repito, es como caminar entre los muertos.
En las madrugadas nadie es de nadie, en las madrugadas te muestras tal como eres, entonces todo está permitido, no hay reglas que moderen las conversaciones ni los buenos modales ni esas maneras tan buscadas y correctas de hacer las cosas. Es total y absoluta liberación, es cuando esos llamados llegan, cuando las ideas se materializan, cuando nacen los milagros, y también cuando, si no los controlas, los sueños se convierten en pesadillas.
En las madrugadas nadie es de nadie, en las madrugadas te muestras tal como eres, entonces todo está permitido, no hay reglas que moderen las conversaciones ni los buenos modales ni esas maneras tan buscadas y correctas de hacer las cosas. Es total y absoluta liberación, es cuando esos llamados llegan, cuando las ideas se materializan, cuando nacen los milagros, y también cuando, si no los controlas, los sueños se convierten en pesadillas.
Y entonces cuando el sonido de los pájaros se hacen presentes y el cielo comienza a clarear, es momento de regresar con los vivos. Que vida tan cuerda es esa, tan fácil, tan ordinaria. El verdadero descanso de los días está en las madrugadas, el verdadero encuentro, el verdadero abrazo.
Ahí se aparecía ella, y también ahí se volvía a desaparecer, merodeando y regalándome los silencios de una ciudad que espera que la vida le pase, al igual que a mi, y que revienta en colores cuando ella se me hace presente con todo y sus imágenes mentales que podría jurar son algún deja vu de alguna otra vida, de alguna otra madrugada.
Ella trae y se lleva el significado de las madrugadas, porque ninguna es igual a la anterior, y a la vez me muestra la diferencia que guarda con respecto a la noche, porque no es lo mismo, porque nunca podría ser lo mismo. Las noches pueden compartirse con muchas personas, pero las madrugadas se viven sólo con una.
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