El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

viernes, 22 de febrero de 2013

Las nubes... 5 años después


Quiero escribir pero me sigue saliendo espuma
Quiero escribir pero tengo un nuevo dolor en los dedos
Quiero escribir pero mis ojos comienzan apenas a adaptarse a esta nueva oscuridad. 





Detonantes, a estas alturas todo lo es, todo me provoca, todo me invita e incita, el problema ahora es que el cuerpo aguante. Son cinco años de blog, el espíritu como siempre esta dispuesto pero la carne esta esponjosa y magullada, el corazón reinventandose y la espalda saliendo de rehabilitación. Miro hacia atrás y no soy mas que letras polvosas y sonrisas reconstruidas; más canas producto de corajes, más ojeras producto de desvelos, más arrugas producto de risas y más huecos en el alma causados por ausencias las cuales no tengo a donde poner mas que en éste lugar, y entonces hablo de ellas, les escribo, las sueño, me las trago y las procuro parir sin más mueca en mi cara que una sonrisa que no tiene más origen que este corazón acorazado como dijera el buen Benedetti. 

Y sin embargo se sigue moviendo, y sin embargo las provocaciones llegan ahora con alas de mariposa, como despertador de mi alma que hasta hace un tiempo dormía y que ahora me pregunta si estoy listo para los siguientes cinco años.


Siento que fue también el amor a mis cicatrices lo que me hizo toman el segundo aire... o el tercero, o el noveno. Estas letras son las cicatrices encargadas de regresarme a la vida y de dejar constancia de que la misma pasó por aquí, haciéndome más vulnerable a roces y sonrisas de personas que hasta hace unos minutos eran completamente extrañas.



Quiero compartir así la inmortalidad que da la palabra escrita, que se agarre quien quiera hacerlo, y que el vuelo dure lo que tenga que durar, bienvenidos a un nuevo lustro, al que dura cinco años y al que pretende sacar un nuevo brillo a estas letras que me resultan tan extrañamente conocidas. Porque como dice Paco Ignacio Taibo: Para desilusionarte hace falta primero haber estado ilusionado... y es en ese estado de ilusión como me salen mejor las letras.

Y exactamente como dije cuando inicié todo esto: sólo pretendo mandar estas letras al ciberespacio, a ver si alguien se tropieza con ellas. Siempre he creído que la única forma real de sanación es la palabra, lo demás, son sólo intentos para llegar al final a lo ya mencionado, a la bendita palabra.