"Por eso cuando el tiempo hace resumen y los sueños parecen pesadillas, regresa aquel perfume de fotos amarillas..."
FP & JS
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Son 32 años, y no se me ocurre festejar de otra manera más que agradeciendo a las personas que me han acompañado en mi camino, ya sea por tramos largos o cortos. Yo soy lo que soy gracias a ustedes que han aparecido en mi vida.
Ya fui un pingüino, es eso lo último que recuerdo, y antes de eso fui un poco de todo. Las lluvias siguen acompañando mis cumpleaños, los amaneceres húmedos y nublados como en Roma ya puedo generalizarlos y no hacer exclusivo el recuerdo.
En 32 años he sido superhéroe de esos que vuelan, he sido vaquero y astronauta, he vuelto a ver a mi abuelo en mis sueños y he visto ahí mismo como mi abuela después de dejarme dormido vuela al espacio a matar extraterrestres. Y en todo ese tiempo me han dicho doctor, licenciado, profe, me han llamado de tantas maneras a las cuales aún no me acostumbro.
He sido extranjero, he sido un desconocido y también el anfitrión, he sido un patán y un lindo, o como lo llamo yo, un buendejo. Me han tenido que operar, he tenido la oportunidad de curar y quitar el dolor, y por lo consiguiente estoy seguro que también he lastimado y lo he provocado. He saltado y corrido para perder y ganar competencias y tambien para huir y alejarme, he perdido cuando pensaba que todo sería fácil y he ganado a veces sin saber como. He aprendido tanto que hay cosas que en realidad no recuerdo como es que llegaron hasta mí. He extraviado amigos, se me ha ido gente, he encontrado sin buscar y obtenido lo que nunca pedí que me dieran. He podido escribir hasta el amanecer, cantar frente a desconocidos y con facilidad me he quedado dormido en todos lados menos en donde en realidad hay que dormir. He intentado hacer canciones y por fin supe a que olía la capilla sixtina.
Ya sentí el escalofrió del desaliento, ya hice del dolor un buen compañero al que he aprendido a mirar por sobre mi hombro. He visto a la soledad de frente tratar de enamorarme, ya lloré por nada y por todo, de la misma manera que me he reído a veces hasta de mí. Ya saqué la mano por la ventanilla para sentir el aire al igual que le he tomado muchas fotos a mis pies.
He hecho daño y me lo han hecho, ya fui el jing y el jang y dentro de todo me he dejado y se han dejado hacerlo, y lo agradezco tanto al momento en que al tocar la cicatriz ya no duele nada.
Y algo me dice que esto no es nada, que apenas es un comienzo dentro de un final que comienza hoy, que lo que está por venir no es mejor ni peor, pero si más intenso, y en lo personal prefiero que así sea.
Ahora quiero comenzar siendo el que soy, sin prefijos ni sufijos, sólo con acento, no sin acento.
Es mentira que al final uno sea uno mismo, uno se vuelve muchas personas, se vuelve muchas costumbres, muchas formas de ser, muchos lugares, muchas comidas, muchas nacionalidades y muchas voces.
Esta vez se trata de mí, y de ti, y se trata de todos los que soy y de lo que sé me voy a convertir al momento de poner punto final a este escrito.
Es mentira que al final uno sea uno mismo, uno se vuelve muchas personas, se vuelve muchas costumbres, muchas formas de ser, muchos lugares, muchas comidas, muchas nacionalidades y muchas voces.
Esta vez se trata de mí, y de ti, y se trata de todos los que soy y de lo que sé me voy a convertir al momento de poner punto final a este escrito.
No se trata de aviones se trata de volar, no se trata de ojos se trata de mirar, no se trata de risas se trata de ser feliz.
Si es que en realidad existen los milagros, estos deberían suceder siempre en tu cumpleaños... tus regalos deberían de llegar