El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

miércoles, 21 de abril de 2010

Sueños en coma

El taller literario comenzaba a las 5 p.m. pero ella siempre llegaba antes, no sé cuanto tiempo antes, pero siempre que yo llegaba ya estaba ahí, bosquejando dibujos en su libreta. Yo nunca me atreví a entrar y quedarme sólo con ella, así que esperaba a que llegaran más compañeros y evitar así los silencios incómodos o mis comentarios que siento pueden resultar aún más incómodos.

Ella se caracterizaba por dos cosas: por realizar los ejercicios de manera en que opacaba a todos, dejandonos sin aliento con su acompasada y melodiosa voz, y la otra, por irse varios minutos antes de la hora de salida.

Fue por eso que en una ocasión salí detrás de ella, sin tener que explicar nada a nadie, sólo poniendo mi silla en su lugar. Mientras la seguía recordaba el texto que solamente unos minutos atrás me había hecho sentir que yo debería dejar las letras y dedicarme a otra cosa. No sabía que era lo mejor de sus escritos, si su contenido o la forma en como los leía. Recuerdo cuando el profesor le preguntó ¿De dónde sacas esas ideas? y ella sonriendo le contestó: Creo que lo soñé.

Y fue justo al doblar en una esquina del centro que la perdí. Tengo la impresión de que me vio, pero eso es algo que nunca supe, porque desde ese día ella dejó de asistir a las taller.

Las sesiones dejaron de ser lo que eran, y fue gracias a esas ausencias que mi interés subterráneo hacia ella vio la luz, y la respuesta que dio en esa ocasión al maestro volvió a dar vueltas en mi cabeza... "...creo que lo soñé..." Desde entonces yo sólo pensaba: como me gustaría dormir con ella... sólo dormir... para ver que sueña...

Al final de esa sesión el maestro cerró su carpeta y en el tono casual que da la frase "por cierto" al inicio de cada oración, nos informaba que esa persona tan talentosa que había dejado de ir había tenido un accidente y que ahora estaba en estado de coma. Hubo reacciones y expresiones de todo tipo, yo solo pensaba: Que envidia, lo que deberá estar soñando...

martes, 13 de abril de 2010

A simply warm place in the head

16 de Enero de 2009:

Era un día después de Navidad, entraba al Ontario Mall de los Ángeles haciendo los correspondientes cambios de moneda mentales.Los rituales adoptados en cada viaje se me volvían a hacer presentes, puedo olvidar comprar lo que sea, pero jamas postales, algún libro y por lo menos un CD. Recuerdo 2005 cuando en Roma acompañado de Pau me encontré en la Via Nazionale, donde se ubicaba el hotel Michigan en el que me hospedaba, una discreta pero bien surtida tienda de discos de esa calle fue mi primer contacto con toda esa música europea desconocida para mi. Encontrar algo de Paul McCartney es como encontrarme con un pedazo de mi casa, de mi vida, es un lugar familiar que trasciende los idiomas. Y ahí estaba totalmente escrito en italiano el libro del New Word Tour-Driving Rain, que en noviembre de 2002 trajo por segunda vez a Paul a México. Lo revisé, analicé el precio, hice la conversión de euros a pesos y por algo que hasta el día de hoy no me explico, no lo compré. Me arrepiento tanto.

De regreso en el Ontario Mall, sigo sin encontrar nada bueno para comenzar a gastar dolares, muchas de las cosas que aquí venden lo encuentro (más caras) en México, sigo buscando algo, mientras recuerdo como de la misma manera recorría una de las calles del centro de Lyón, de nuevo acompañado de Pau, con un frío tal que me hacia meterme a cualquier tienda con tal de recuperar la sensación en la nariz y la movilidad en los dedos. Y en uno de esos resguardos entré en una escueta y nada atractiva tienda de música, entonces en lo que la temperatura me regresaba a las mejillas busqué entre varios discos tratando de justificar mi permanencia en esa tienda con calefacción. Entonces lo encontré, saltó ante mis ojos "Back In The World" versión europea de "Back In The US", y que en el Mix Up de angelópolis lo encontraba de importación en $600 pesos. Paul integraba en ese CD cinco diferentes versiones en vivo que no venían en la versión americana, y de esas versiones tres eran grabadas en vivo del concierto en México, una razón más para tomarlo sin pensarlo ni un segundo y no repetir el error de Roma. Por demás esta decir que escuchar a McCartney pronunciar "Méjico" como debe ser y no "Mécsico" como todo extranjero valió el precio.

Camino por este gran Mall en los Ángeles, por fin me encuentro en una gran tienda de discos que muestra en sus aparadores anuncios gigantes de descuentos hasta del 50% porque ya se retiran del negocio. Sabía lo que estaba buscando: lo que fuera de Paul, algo raro, nuevo, diferente, exótico, entonces en mi perfecto ingles latino le pedí a una dependiente del lugar me mostrara algo del Ex-Beatle, "¿Yu jav som macarnei sidi?" Ella sin decir nada y sin siquiera verme, sólo estiró el brazo y me dio The Fireman, el proyecto alternativo en solista que tiene Paul, parecido a la idea que quizá intentó hacer con Sgt. Pepper. El bombero solo tiene 3 discos en el mercado, Strawberry Oceans Ship Forest (1993) y Rushes (1998) y este nuevo eran sus Electric Arguments e igual que con Back In The World encontrado en Lyón no hice más que pagar los regalados 8 bucs y salir con el. Esos argumentos eléctricos fueron los sonidos que me acompañaron esos días por Pasadena.



Aún no me reponía del disco cuando más adelante me encontré buscando libros en una gran casa de música que me recordó a la tienda de más de dos pisos en Madrid, donde compré el libro de acordes de "Tripping The Life Fantastic", conciertos que Paul dio en 1990. De vuelta en el Mall de Pasadena no podía creer toparme ahora con el libro de acordes McCartney 1973-2001, un sueño encontrarlo, tampoco podía dejarlo ir.
Cada viaje es lo mismo, en Europa, en Asia, en Estados Unidos; siempre busco sus discos, algún libro, algo que engrandezca mi memorabilia, que me haga sentir que el viaje en realidad valió la pena. Es encontrarme con él en cada lugar del mundo al que voy, y mejor aún, es que él también me encuentre. A cualquier lugar al que llego es lo mismo y sé que seguiré haciéndolo a donde quiera que vaya, me lo debo, esos son mis verdaderos souvenirs.


Electric Arguments es mágico, es experimental, muy relajado, imagino que es como lo que hizo Arnold Schoenberg, cuando en 1908 se arriesgó a presentar música diferente, rompiendo los esquemas y arriesgándose a crear algo nuevo, Electric Arguments es todo un viaje, no apto para cualquier pasajero.

Y como bien dice Paul McCartney, The Fireman no es un nickname, es un lugar cálido en la mente... la mejor frase para mi en ese frió día de invierno.
Pd. Gracias Pau por traer de regreso el llavero de Paul y su sencillo "She Is So Beautiful" que sólo publicó en Japón.

13 Abril 2010:
No me había dado cuenta, era 26 de diciembre, había pasado exactamente un año después de haber encontrado los Electric Arguments en Pasadena, ahora tenía en mis manos el que sería mi auto regalo de navidad, el nuevo disco de Paul, Good Evening New York City... mi hermano me decía lo de siempre:

-¿Ese disco ya lo tienes no?
-No, es el nuevo-
-Pero si en todas canta las mismas-
-No todas, algunas son nuevas versiones-
-No mames, si sólo le cambia una frase y ya es una nueva versión-
-Me vale, a mi me gusta-
Hoy me entero que Paul regresa a México... y es que ¿cómo les explico?...........

sábado, 10 de abril de 2010

Everybody´s Fine... (Yo quiero) regresar a casa.

Yo creo que no debería ser tan difícil, está quien quiere estar y se deja tocar quien quiere seguir siendo tocado.
Al paso de los años y del presenciar el ir y venir de la gente en nuestras vidas, la consigna se vuelve cada vez mas sencilla: se esta o no se esta. Aute lo dice: lo difícil no es decir hasta luego, sino es el puto miedo a no volver a ver nunca más, de no volver a saber, de no volver a tener una noticia junto con una gastada imagen acompañando el recuerdo de ese alguien. Y ante eso no queda más que desear que Todos Estén Bien.
Fue la penúltima noche del año cuando entre contigo a ver Everybody´s Fine y la idea era tan simple: Al final, después de todo, todos estaremos siempre bien: los hermanos, los amigos, la familia, hasta esas personas que decían que si se iban sería sólo por un ratito, pero que en realidad nunca se irían (aunque después de todo sí se fueron)

Esa fue mi mejor cena de año nuevo, comiendo tortas en la madrugada frente al hospital militar del DF, compartiendo un cigarro y pensando cómo nos encontraría el siguiente fin de año. A las pocas horas volaste al norte.


Recorrer los caminos para retomar los encuentros y hacer que las cosas sucedan, será tu parte de luz que contribuirá a disipar las ya de por sí naturales despedidas, los alejamientos o breves ausencias... Ahora hay que recorrer las distancias para llegar, porque siempre será más rico eso que el simple esperar a que alguien se aparezca. Al final de eso trata la película (y la vida) de caminar para buscar y de lo aún más difícil: dejarse encontrar...


Aquí te dejo un abrazo para que cuando quieras te lo pongas bro, ahora vuelve a leer esto con la música de Paul...


Salud!!!


jueves, 8 de abril de 2010

Que carajos sería de nuestra felicidad si en algún momento no le da en la madre a la felicidad de alguien más.

Después de mucho tiempo de calor seco, este día lluvioso tiene la gran facultad traernos un poco de fresca realidad. Tardes como estas te hacen querer llegar pronto a algún lugar seco y cálido, días como este te ponen a prueba para ver si ya estas como decías que querías estar. Un día así te da la mano para llevarte a dar una vuelta por los recuerdos, a la vez que te da la espalda si es que te quieres quedar mojándote un rato en ellos.

¿Que carajos sería de nuestra felicidad si en algún momento no le da en la madre a la felicidad de alguien más?

Días como el de hoy te convierten en un sobreviviente, y como dice Drexler: Llueve y no parece que valla a parar...