El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

lunes, 27 de septiembre de 2010

No todo es tener miedo de mi

De las primeras veces que vi a Fernando Delgadillo fue en un programa que tenía German Dehesa (q.e.p.d) hace como 15 años, y contrariamente a muchos que se engancharon escuchando "Hoy ten miedo de mi", a mi me atrapó con ese tipo de canciones que pertenecen más a la narrativa urbana. Fue entonces que ese cronista de la vida diaria llegó en un cassette junto con Alejandro Filio, grabado del programa de radio Cantares.
Después de casi 5 años de no escucharlo en vivo, en el concierto de ayer Delgadillo me regresó a esa época de mi vida en la que sus frases detonaban en cartitas cursis y amatorias y que usaba para llenar cassettes con sus mejores canciones, regalándolos a personas que sólo los escuchaban mientras limpiaban sus ventanas o lavaban sus trastes, y que la final te decían que la música le había gustando más a sus mamás que a ellas.
Delgadillo es un constructor de fantasías, subestimado muchas veces hasta por sus mismos fans que ven en él algo así como al precursor de Camila; cuando la mayoría anoche en su concierto sólo querían que tocara "Julieta". Lo mismo hace una canción de un amor fallido como de una tarde aventando palomitas en el cine, va del ensayo de una boca hasta el recuerdo de quien intentaba suicidarse con un tiro en otra boca o al movimiento del 68. Y a la vez reclama, a la sociedad, a la política, a México, a la falsedad humana, a las mujeres, al tendero que no le vende Ron, a sus colegas artistas que hacen música sencilla y reciclada, hasta llegar a ese público "inteligente y conocedor" (como él nos llama) del que él mismo en ocasiones no sabe si compartimos la importancia y el valor que nos está concediendo.
Fiel a su estilo, a su pelo, a su camisa blanca y al mezclilla azul, Delgadillo es extraordinariamente lo mismo pero diferente, huapangos, blues, swin, trova. Tres horas de concierto ya no le alcanzan para cantar todo lo que el público le pide, sus letras me siguen provocando imagenes, tal cómo la primera vez que lo escuche hace más de quience años.
Los primeros trancazos fueron soportados gracias a él, sus canciones siempre parecían ser la respuesta para todo lo que ocurría, y a la fecha cada nuevo disco trae una nueva respuesta a una pregunta que no siempre me hago de manera consciente.
Ojalá Delgadillo se cuide de ese sector de disidentes "Camileros" que buscan desesperadamente consumir su música para sentirse auténticos.

Esto es el arte de lo sencillo, de como las cosas deben decirse, de cómo poner las palabras precisas en el momento preciso. Nada más y nada menos.

Antes del "Ten miedo de mi" habría que escuchar la mejor canción dedicada a uno de los amores más auténticos, sinceros y dolorosos que hayan existido, ese que surge con una simple llamada anónima.

Gracias Fernando por seguir compartiendo hoy con nosotros tus canciones, este blog también tiene la intención de acariciar por detrás de las piernas...

jueves, 23 de septiembre de 2010

Del B-612 al Nimbus... (get off of my cloud)

...y ahora todo es mejor
la lluvia de asteroides ya pasó
no fue para tanto
y desde aquí
todo es insignificante
nada es tan preocupante
y el espacio es un lugar
tan vacío sin tí
-Bunbury-

Que necedad la mía de estar viendo para arriba, de buscar algo en las alturas, de creer que las respuestas llegan del cielo o de otros planetas.
Primero fue el B-612, nombre del asteroide en donde vivía el principito, donde cuidaba a su rosa, deshollinaba sus volcanes y se llenaba de preguntas; todo un mundo aparte y contemplativo. La primera vez que lo leí realmente no entendí mucho, pero sus imagenes y su rostro inexpresivo siempre me llamaron la atención.

Después fue Prot desde su planeta K-Pax y Rantés que era el Hombre Mirando al Sudeste... Definitivamente siempre me ha gustado la idea de un mundo alterno al cual no pertenezco, al cual llegué por error o porque mi nave se estrelló o tras haber abordado un az de luz para viajar y aterrizar aquí, y entonces tratar de entender, de explicar, de cuantificar, de pertenecer, de aclarar lo que definitivamente nunca me queda claro. Será  por eso que no encajo, que no me doy a entender, por eso soy el diferente (léase "raro").

Después llegó Borges con ese mundo mental llamado Tlön, extraido de su libro "Ficciones"; un planeta en donde las cosas surgen y se duplican a fuerza de ser pensadas, y donde las mismas tienden a borrarse cuando la gente no las recuerda. Ése quería que fuera el nombre de este nuevo Blog, pasar del Asteroide B-612 del Principito hasta el Tlön de Borges, ese mundo mental, en donde la cultura clásica es la Psicología. Pero entonces de último momento se atravesó una nube, como en todos lados, como las hay en tantas partes, con diferente forma y mucho mayor fondo.  Entonces comenzó ese raro proceso emotivo, esas imágenes que llegaron a instalarse para detonar en más imágenes y más inspiraciones, que al final es de lo que se trata esto de los blogs. Nimbus: Tipo de nube que produce precipitación. 

Esta es mi Nimbus, que al igual que el B-612, K-Pax, Tlön y que ese lugar a lo lejos en el Sudeste, son lugares muy en las alturas... Tomé lo mejor del blog anterior y lo traje conmigo, o mejor dicho, me siguió hasta aquí. No están todas las entradas que son ni son todas las que están, y aunque las letras puedan cambiar su esencia lucha por ser la misma. Fueron casi tres años, cerca de cinco mil visitas, más de cincuenta comentarios y pude soltarlo, porque siempre se trató de eso, de poder soltarse de todo, incuso de las mismas letras, para entonces poder comenzar siempre de nuevo desde cualquier otra parte...

Gracias por esperar, quizá no fueron muchos los que pidieron el regreso del blog, pero defintivamente siempre serán los necesarios, así que vuelvan a hacerse seguidores, no dejen de darse su vuelta, denle de comer a Octavio Pez, comenten las entradas y retomemos ese ejercicio de tocarnos más profundamente que esa primera capa de piel.

Los extrañé demaciado, ya me andaba por escribirles.
MPPX

La vida sigue comenzando
cuando te sueltas...