El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

sábado, 13 de septiembre de 2008

Sol-edades

Lo aprendí de esa manera después de algunos años: la felicidad es hermosa, divertida, cómoda, pero lo que verdaderamente enseña son las pérdidas.
La falta de letras de esta noche va dedicada a esa persona que hoy me ha llenado de nuevo los ojos solamente en fotografías, que me recuerdan una época de felicidad diferente a la de hoy, recordándome de nuevo que para conservar no hay que amarrar.
Lo peor de la soledad es cuando ésta se da incompleta, es decir, cuando se tambalea entre el estar completamente solo y el de estar completamente acompañado. Así es como nos mentimos y no nos podemos doler como quisieramos, se está entre el llanto y la sonrisa, se tambalea entre el sentir todo y no sentir nada. Esa es la peor de las soledades, la que es espejismo y simple alucine, la que es y no es. Coincido con Sabines cuando dice que ya no quiere estar todas las noches vigilando cuando se va a dormir, que lo que quiere es que algo pase, que se muera de veras o que de veras esté fastidiado.
Esas medias tintas hartan más que lastimar. El dolor es, por lo menos, certeza de algo que es, que va a ser o que nunca será, el hartazgo no es mas que más de lo mismo, más de la nada.
Hoy, de todas las imágenes, de todos los sonidos, de todas las sensaciones, de todas las sonrisas y de todos los recuerdo que tengo para elegir, escojo este.
Esa es la elección mientras no esté conmigo la mujer con la que pueda compartir el Rock Band o el Guitar Hero....