Sólo alguien como él podría decir que los Beatles eran más famosos que Jesucristo y mucha gente lo repudió, pero una generación lo amó; fue el primero en decir que la guerra había terminado (si tú querías) poniendo el énfasis por fin en eso último, en el "tú", en el querer, en el imaginar.
Fueron largos los encierros en el auto de mi padre escuchando Watching the weels, o justificando mis celos con Jealous Guy o emocionandome cuando los acordes de Starting over me salieron por primera vez en la guitarra. Fue por él que intenté tocar el piano y hablar de una paz que aún no estaba muy seguro de entender, fue por él que quise ser hippi, dejarme el pelo largo y la barba y ser chistoso e ingeniosamente irónico al mismo tiempo.
Si John viviera hoy ya le hubiera hecho una canción a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, al igual que a las muertas de Juárez, ya hubiera evidenciado la estupidez de Trump. Si John viviera ya se hubiera llevado el Novel de la paz y hasta lo hubiera devuelto como acostumbraba hacer con sus condecoraciones. Ya hubiera intentado detener algunas guerras y tal vez hubiese desatado otras más, seguro hubiera reunido a los Beatles y habría escrito algo que hablara de las desgracias que de alguna manera siguen unificando a todos los países en torno a sus tragedias.
Después de su muerte hace ya más de 30 años, Yoko tomó sus gafas ensangrentadas y las puso junto a un vaso con agua, en el fondo la vista de New York desde su edificio; una ofrenda budista para el visionario que murió diciendo que todo lo que necesitábamos seguía siendo amor.
Este sigue siendo su sueño número nueve, su eterno y mágico nueve; y después de escucharlo, de leerlo, de traducirlo, de cantarlo y de sufrirlo, terminas viendo que esto en realidad sigue sin estar aquí, así que habrá que seguirlo imaginando como él quería.
John Lennon doesn´t live here any more, él es el primer mártir del Rock... Lennon lo tiene todo.
Después de su muerte hace ya más de 30 años, Yoko tomó sus gafas ensangrentadas y las puso junto a un vaso con agua, en el fondo la vista de New York desde su edificio; una ofrenda budista para el visionario que murió diciendo que todo lo que necesitábamos seguía siendo amor.
Este sigue siendo su sueño número nueve, su eterno y mágico nueve; y después de escucharlo, de leerlo, de traducirlo, de cantarlo y de sufrirlo, terminas viendo que esto en realidad sigue sin estar aquí, así que habrá que seguirlo imaginando como él quería.
John Lennon doesn´t live here any more, él es el primer mártir del Rock... Lennon lo tiene todo.