El Blog de Marco Polo Pérez Xochipa

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Te odio Velasco

Hay relatos que guardan algún lugar vació, espacios destinados a quien nunca llegó a ocupar su localidad. Éste relato es uno de esos:

Cierren, olviden todo, no hay escrito más importante que el de hoy, que el de éste libro, que lo que estas letras desataron, provocaron, causaron, mataron. Después de leer esto ya nada fue lo mismo, ya nada podría volver a ser lo mismo.

Este tan traído y llevado libro de Velasco lo compré hasta dos años después de haberse editado, dos años en los que en cada librería que entraba me lo encontraba, lo veía en todos lados y cómo se me antojaba. Me quedaba cada vez más claro que los libros no los escojo yo, sino que son ellos los que me eligen a mi, saltan del estante y me dicen aquí! aquí! ya me encontraste! Y antes de que el título me dijera algo, lo que me atrapó fue la foto de la portada, porque antes de que llegara la edición de los labios rojos, me enamoré de la foto que mostraba la espalda de esa mujer que esta en la cama, en una pose que me hace imaginar que hay alguien frente a ella, y que ese alguien podría sin ningún problema ser yo.

Miedo, este libro esta lleno de eso, y también de vida y mentiras, de muy buenas mentiras; contiene provocaciones, estímulos intensos, fantasías y madrazos en la cara. Si viene cierto que la literatura hay que vivirla, este libro se encarga no sólo de eso, sino también de sufrirla, de provocar un enamoramiento, de amar a Violetta hasta el tuétano para después ser vejado, dejado y velado por este autor y sus letras, por sus personajes ficticios que al final se vuelven realidad, igual que un fantasma o que el más grande temor que guardas desde siempre y que un día, en tu cara, de la manera en como siempre lo temiste y lo quisiste, se te vuelve realidad.
Cuando terminé de leer "Lolita" de Nabokov se fue una, cuando se terminó "Nación Prozac" de Wurtzel se fue otra, cuando se acabó "Fruta verde" de Serna desapareció la última. Ahora estoy seguro de que el amor no dura más que un libro y que una buena y entretenida historia, el amor no dura más de 626 páginas o su equivalente en años, horas o meses... Dios, que miedo de mujer, y a la vez que miedo pensar en la posibilidad de nunca haberla conocido.
De haber sabido de la brevedad de esos días que estaríamos juntos, de haber intuido la duración de aquel trance, la lectura de este mi Diablo Guardián la hubiera hecho durar un poco más, mucho más, leer despacito, o el ejemplar que le regalé se lo hubiera dado en una versión en otro idioma, se lo hubiera quitado para después arrancarle hojas, para perdérselo o quemarlo, el caso hubiera sido no devolvérselo jamás, quedándose así entonces en alguna página desde donde yo y sin permiso del autor, lo hubiera continuado reinventándole la historia, dándole más giros inesperados de los que tiene, cambiándole los lugares comunes y alejándola cada vez más de un final que no hubiera pensado en contarle nunca.
Pero no fue así, con su ejemplar ella avanzaba mientras yo la miraba, ella lo leía mientras yo le escribía, ella devoraba letras mientras yo me regresaba en las hojas, ella creabas mágicos ambientes de lectura mientras yo esperaba encontrármelos, ella quería saber que era lo que seguía mientras yo prefería esperar a que eso mejor me lo contara. Porque mientras ella se identificaba con la protagonista, yo quería huir de la misma, escapar, y a la vez encontrármela en algún bar para enamorarla... Pero lo peor de todo esto es que yo me quedé esperándola un largo tiempo en la pagina 243. Al terminar el libro se terminó todo, ahora me doy cuenta que al irse el Diablo se llevó todo con él, con su último capitulo 27, con su página 626, con su tajante punto final. Velasco, el Diablo y su Violetta la habían traído y habían sido ellos mismos quienes se la habían llevado, quienes sonriendo cerraron el libro con ella adentro, dejándome entonces desfasado en la lectura, con un atraso de años luz de ella.

Conocer al autor de este libro fue lo más parecido a velar a un muerto, a carearte con el asesino, a identificar el cadáver, con el responsable de tus mejores y peores noches. Te odio Velasco, no sólo por crear a Violetta sino por materializarla, enviarla y darle los argumentos para justificar todas esas cosas que hizo, siempre utilizando tus letras para indultar sus acciones, junto con sus formas de ser y hacer la vida.
Cuando estuve frente a Xavier no pude hacer más que agradecerle por Violetta y su Diablo Guardián, y mejor aún fue cuando el maestro Velasco se tomó el tiempo para leer esa dedicatoria que ya existía en mi libro, y  sonriendo de la misma manera en que yo lo hice cuando la leí por primera vez, me escribió a un lado: NI MODO POLO, A TI TAMBIÉN TE PESCÓ LA VIOLETTA. –XAVIER VELASCO-

Fue entonces que se volvió necesario cambiar la plegaria que me hacía todas las noches antes de dormir: "Diabla de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día... mucho menos de noche por favor"... porque siempre estuvo claro: Para cuidarnos nos bastamos a nosotros mismos, pero para el deseo nada mejor que alguien diferente a nosotros... y si es una Diabla que se aparece por las noches, mejor.


Si este libro fuera el cuerpo de esa mujer, la parte con la que la recordaría todo el tiempo sería con esta frase inicial, que vendría a ser lo equivalente a una de sus miradas: "...me acuso de ser yo por todas partes..." Y es que para mí este no es sólo un libro, es esa etapa de mi vida llena de lo que pocas veces se puede lograr: Vivir las letras y sobrevivir a las historias. Contiene la mejor dedicatoria que un libro pueda tener, una dedicatoria con letras de mala muerte pero de muy buena vida.

Estaba de acuerdo con esa paradoja de que el amor es eterno mientras dura, pero ahora sé que no es así, ahora sé que el amor es eterno mientras haya algo que leer.

La acuso de ser ella por todas partes y yo me acuso de seguirla buscando igual, por todas partes... Porque se quedó en todos lados, en todo lo que tocó, en todo lo que miró y en todo lo que señaló. Para donde dirigiera mi vista, mi corazón, ahí estaba.

Ese lugar vacío a mi lado, el que mencioné al principio del relato, se quedó así, vacío.



4 comentarios:

  1. Desde que nos recomendaste obligadamente leer un libro para dhpc,pense en leer este pues realmente lo vendias bien, jeje!!
    desgraciadamente no lo lei...
    hasta ahora, en estas vacaciones que aun no finalizan pude leerlo y...
    woow!! me fascino... definitivamente me mantuvo atrapada hasta el final
    pero lo mas importante hasta me hizo desear fragmentos de la vida de violetta...
    obvio todos los buenos... jeje!! Muy buena recomendacion y voy por mas...

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  2. Confieso! me dio miedo leer el libro! quizas no tanto por su contenido! por su historia de vida! sino por lo que significa para usted!


    Com o en su moento le conte! tambien en su momento vivi algo similar (esa espera, esa ansia de saber que hace, donde esta, que piensa, que siente, que es de su vida) y a casi 2 años dire que restan aun residuos de su presencia! cada persona es diferente! y cada una vive un rompimiento de diferente manera! a m i me toco vivirlo como lo vivi! y ahora que estoy casi desintoxicada dire que no me arrepiento! de nada!

    PD: no he leido el libro! en el momento adecuado lo hare!

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